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Silicio Orgánico

La figura del Dr. Loïc Le Ribault es fundamental para comprender el desarrollo del silicio orgánico contemporáneo. Este geólogo e incansable investigador dedicó su vida a desentrañar el potencial del silicio para el bienestar humano. Fue el pionero en revelar el vínculo entre la forma mineral y sus aplicaciones en biología. Durante más de treinta años, convirtió un descubrimiento geológico en una solución natural de alcance global, que hoy está disponible en más de 50 naciones. Su innovador trabajo es el pilar de las fórmulas actuales de Silicium Laboratories, una empresa cuya misión es enriquecer la vida de las personas mediante soluciones naturales, eficaces y con base científica.

El Descubrimiento Inicial (1972)

Durante un análisis de granos de arena con exoscopía, Le Ribault identificó que ciertas arenas contenían una película de silicio amorfo soluble en agua. Esta capa era el resultado de la actividad de microorganismos, como bacterias y diatomeas, que convertían el silicio mineral en una forma que los seres vivos podían asimilar. Este hallazgo estableció un puente inédito entre la geología, la biología y la salud.

De la Geología a la Terapéutica (1975)

Le Ribault desarrolló un método para extraer los depósitos de silicio producidos por estos microorganismos. Al experimentar con las soluciones obtenidas, notó un efecto beneficioso inesperado al aplicarlas sobre la piel. Este resultado casual marcó el inicio de su investigación centrada en las propiedades terapéuticas del compuesto.

Una Aplicación Personal (1982)

Su propia lucha contra una psoriasis severa en las manos y uñas dio un giro cuando, tras manipular arenas ricas en silicio orgánico, experimentó una notable mejoría. Impulsado por este resultado, decidió investigar a fondo las aplicaciones de este compuesto, realizando cientos de pruebas clínicas en colaboración con médicos, todas ellas con conclusiones muy favorables.

Colaboración con Duffaut y el Nacimiento del G4 (1983)

En una década crucial, unió fuerzas con el químico Norbert Duffaut, quien ya había creado el monometilsilanotriol (MMST), una versión estable y soluble de silicio orgánico. En colaboración, perfeccionaron fórmulas seguras y activas, lo que desembocó en el registro de la patente del G4 en 1985, un avance que allanó el camino para el futuro G5.

La Creación del G5 (1994)

Tras el fallecimiento de Duffaut, Le Ribault logró sintetizar una nueva fórmula: el G5. Se trataba de una solución líquida de silicio orgánico con una estructura monomérica que garantizaba una alta absorción y carecía de toxicidad. Este producto supuso un hito en la suplementación natural, posicionándose como el silicio con mayor biodisponibilidad de su época.

Alianza con Silicium España (2004)

En la última etapa de su vida, Le Ribault confió en el equipo de Silicium España para custodiar y continuar su legado. De esta colaboración surgieron versiones mejoradas de su fórmula para el mercado global, dando origen al actual G7 Siliplant, lo que impulsó la internacionalización definitiva del silicio orgánico.

La Pervivencia de un Legado (2007)

Tras su partida, Silicium Laboratories se convirtió en la depositaria exclusiva de sus patentes, marcas y conocimiento científico. Hoy, su legado perdura a través de la presencia de sus productos en más de 50 países, donde sus fórmulas siguen evolucionando con nuevas validaciones clínicas y tecnológicas.

Recursos

Comment @marisagalonso

SILICIO ORGÁNICO. Como prometí os voy a hablar un poco del silicio orgánico, y por qué?, porque llevo 20 años comprendiendo la necesidad que tiene nuestro cuerpo de este oligoelemento. Porque he solucionado en mi persona problemas como: un ganglión en la muñeca izquierda que tras 10 años y 3 cirugías, seguía apareciendo, y en un mes tomando silicio, “se esfumó”. Mis rodillas tras dos accidentes: una operada de ligamentos y meniscos y la otra con los meniscos reventados y un quiste de Baker, no han necesitado para eliminar dolor, otra cosa que el silicio orgánico que ha potenciado la regeneración de mis tejidos. Porque mi traumatólogo que iba con bastón, decía: “mejor vivir con dolor que quitar los meniscos aunque estén dañados”, cuando le regalé las dos botellas del que yo tomo, me llamó a los 15 días sorprendido de que a sus sesenta y tantos años, y una vida operando rodillas entre otras partes del cuerpo, no conociera el producto que le ha devuelto la salud a sus rodillas y caminar sin necesidad de bastón.

El silicio abunda en el cerebro, tejido conjuntivo, colágeno, fibras elásticas de los tendones, ligamentos y cartílagos. Dientes, piel, cabello y uñas. Con los años vamos perdiendo la capacidad de absorber la cantidad de silicio necesario con la alimentación, y además nuestros alimentos, ya no nos aportan el silicio que necesitamos día a día.

La carencia de silicio, puede dar lugar entre otros, a:

He probado otros tipos de silicio, procedentes de la cola de caballo y bambú, por ejemplo, pero no es lo mismo que la molécula de monometilsilanotriol que os comentaba en el post anterior.

Agradezco al ya fallecido Dr. L. Ribault su tenacidad hasta conseguir un silicio orgánico asimilable incluso para la eliminación del aluminio acumulado en el cerebro de muchas personas que podría llegar a causarles problemas mentales como demencia www.farmatocha.com